sábado, 31 de julio de 2010

Dejando ir

 Uno de los procesos más difíciles de enfrentar, al menos para mi, es dejar ir a alguien querido; en este caso me refiero a dejar ir una pareja.

 Algunas veces nos preguntan: ¿Qué tanto me quieres? Y tienes mil y un respuestas para eso, sin embargo, considero que los hechos hablan más que mil palabras....claro que es lindo que te lo digan, que te bajen el cielo y las estrellas, pero nada como cuando te lo dicen con hechos, eso es una caricia directa al corazón.

 ¿Y qué sucede cuando toda esa miel se acaba? Por alguna razón alguno deja de procurar la relación y poco a poco se va desgastando....cuando menos te esperas ya vas sola en ese tren....

  Así que ahí estás, en un tren yendo hacia un lugar donde pensabas ir en pareja, pero ya no, ahora vas sola y empieza ese proceso de dejar ir, yo diría, más bien, aceptar que ya se fué.

 La realidad es que nunca estamos listos para dejar ir a alguien a quien amamos, podemos ser conscientes, podemos tener todas las razones del mundo, y aún así, el corazón sigue llorando.

 Se dice que uno pasa por una serie de etapas en el proceso de soltar, esas etapas son:
  • Shock: cara de what?????? (aunque la mayoría de las veces sí lo ves venir)
  • Negación: no puede ser, seguro que recapacita y regresamos
  • Intento: pues le voy a llamar, total, quién dijo que no podíamos hablar..como amigos...(en el fondo esperas que te diga: ooohhh cómo te he extrañado, me di cuenta que no puedo vivir sin ti, regresamos???)
  • Enojo: Qué le pasa, ni que valiera tanto....(como dice una canción)
  • Aceptación. Pues si, se acabó, lo extraño pero la vida sigue...y ya viste aquél muchacho tan guapo???....

 El tiempo que dure éste proceso depende de las herramientas que cada quien tenga para afontarlo, sin embargo, según estudios psicológicos, si duras más de 6 meses sin poder avanzar, se recomienda pedir ayuda externa.

 He de confesar que la última vez que pasé por esas etapas fué todo un desastre, y según yo ya sé a qué se debió: tenía las herramientas pero quise vivir el proceso de manera muy razonada y no, para mi, no funciona así; hay que sentir lo que te va pasando, duele, sí, pero es mejor que te duela y sanar, a pasar el resto de la vida con esa piedrita en el zapato...así que, si pasas por este proceso, yo te sugeriría: Ah sentir!!!

 Vive el proceso, siente el proceso y sigue monitoreando tus avances; ahora el cómo: ¿sola o acompañada? depende de ti y depende del momento, hay momentos donde necesitas estar sola, hay momentos donde necesitas hablar y hablar....¡haz lo que te haga sentir bien en ese momento!

 Una de las experiencias más difíciles durante este proceso es cuando te das cuenta que vas sola en el tren, él ya no está más ahí, ya no hay nada que puedas hacer para que se quede, porque ya no está; y te ves ahí, aparentemente sola....en ese momento no te permitas creerte que estás sola, porque ahí estás , contigo, sigues ahí, tal vez no crees en ti en ese momento, pero recuerda las ocasiones difíciles por las que has pasado y has salido adelante, ésta es una más de esas situaciones, sí, en este momento te duele, vívelo, pero recuerda que ESTO TAMBIÉN PASARÁ, y ahí estás tú para sacarte adelante, vé todas la cualidades que tienes, tu fortaleza, inteligencia, creatividad, belleza, compasión, sí, sé compasiva contigo, perdónate y sigue adelante, porque aunque no lo parezca, TÚ PUEDES con ésto.

 Recuerda las actividades que te gusta practicar, incluso diría que hicieras una lista de todas esas cosas que te gustan para que la leas, y en base a ella empieces a reorganizarte, cuando empiezas a hacer esas cosas que te hacen sonreír, la vida empieza a tomar forma nuevamente y luego llegas al punto en que dices: pues si, qué lástima pero ya te estoy dejando de extrañar....ah! porque hasta eso nos da miedo, no es tristeza ni nostalgia, es miedo a dejar de quererlo...pero está bien....ya volverás a querer a alguien más...cada pareja que llegue a tu vida será tu gran amor, ese debe ser un compromiso contigo misma.

 Finalmente te díré que por difícil que parezca la situación, por doloroso que sea el momento que estás pasando, lo vivas, lo sientas y luego lo dejes ir; porque, si decides quedarte en esa etapa, la vida que se está dejando de vivir es la tuya.

 Retomando la pregunta del inicio ¿Qué tanto me quieres? algunas veces la respuesta debe ser: Lo suficiente para dejarte ir.

 Te mando un gran abrazo y mé gustaría saber, ¿tú como vives tu proceso para dejar ir?

viernes, 30 de julio de 2010

Entrando al mundo del blog

 He recibido muchas invitaciones a leer los blogs de muchas personas, cada uno de ellos deja un buen sabor de boca, sobre todo porque lo que encuentro ahí es lo que esa persona es, lo que siente y piensa acerca de varios aspectos de la vida.

 Yo decidí nombrar mi blog: Mientras la vida sigue, porque lo que pienso plasmar aquí es todo ese tipo de sucesos que se van presentando de manera aparentemente aislada y que en realidad dan forma a la vida; ya sabes, todo ese tipo de cosas que van pasando y que te preguntas: ¿y ésto, qué tiene que ver? pero que al final del camino te das cuenta que si no hubiese sido por eso, no estarías donde estás.

 He de confesar que la idea de crear un blog era algo que me había llamado la atención, sin embargo, terminaba pensando que no tendría caso; no fué sino hasta que mi amigo @firushi quien considera que las frases que menciono pueden bien valer la pena, que éste blog se hizo realidad: Muchas gracias por la confianza y el empujoncito!

 Por el momento, me despido con una frase que me gusta mucho:
Life is watching us, let's give it a wonderful show!!

Te mando un gran abrazo y me encantaría saber, y tú, ¿porqué creaste tu blog?