De los creadores de: "El mundo del coronavirus" llega: "Un mundo sin Puckish".

Dentro del entramado de muertes y más muertes que se escuchan alrededor del mundo, brota de repente la voz de los pequeños que siguen yéndose, ellos sin coronavirus, simplemente porque han terminado a lo que habían venido, se van dejando un espacio energético tan inmenso que no puedo más que preguntarme: ¿Qué se puede crear que sea grandioso para todos con ésta inmensa, potente y amorosa energía? 

Y no por eso las lágrimas dejan de rodar por mis mejillas, porque sé que la vida no será la misma que era viéndolo seguirme por todas partes y quedarse acompañándome a trabajar fuera la hora que fuera; estar al pendiente si se caían alguna migajas para prontamente hacerse cargo de la absorción y eliminación de evidencias; su diligencia a llenarme de besos cuando me veía triste  y su fiereza y prontitud a avisarme cuando sentía que había algo que no estaba bien; y qué decir de hacerse cargo de su hermano pequeño, de darle seguridad y confianza cuando se estresaba y de acompañarlo a ladrarle a ciertas personas sin ton ni son. 

Lucky y yo todavía estamos preguntándonos: ¿y ahora qué? Le digo a Lucky que no se preocupe, que haré lo mejor que pueda para cuidarlo y crear una nueva realidad donde sigamos sintiéndonos seguros a pesar de que Puckish ya no está físicamente; porque afortunadamente, su amor, su infinito y potente amor siempre estará acompañándonos.

Hoy no me despido de Puckish, me despido de su cuerpo; me despido de la realidad que compartía con él, y haciendo honor a lo que me enseñó cada día, seguiré atenta, dispuesta a ver qué nuevas maravillas y milagros trae cada día, cada momento, con él, acompañándome desde mi corazón.

Gracias Puckish, gracias a todos los acompañantes en patitas que se van y de los que a veces no se habla tanto, pero que son, como siempre les he dicho, el amor de Dios en patitas.

Un abrazo a ti que has pasado por esto, a ti, que estás pasando por esto, y a ti, que algún día lo harás. Que el amor infinito de tus acompañantes te permita elegir ver y crear una nueva, maravillosa, divertida y grandiosa realidad.

¿Qué quieres tú?

... Es lo que le respondí, cuando ella, con voz temblorosa, me preguntó: ¿qué es lo que él quiere, para qué me sigue buscando?

   Y al dar esa respuesta, se hizo un pequeño pero profundo silencio ... si, ese silencio donde están las respuestas más profundas de nuestro corazón, esas respuestas que a veces hacemos todo lo posible por no escuchar.

   Y, ¿porqué? ¿porqué no queremos escuchar el silencio?

   Tal vez porque estamos acostumbrados a temer a lo desconocido y pensamos que ése silencio puede hacernos mal, y así, desafortunadamente, nos perdemos de la gran oportunidad de aprender de su sabiduría.

   En mi experiencia, me ha quedado claro que no hay que temerle al silencio; al principio puede parecerte temible porque siempre, absolutamente siempre te habla con la verdad, esa verdad que no quieres escuchar y, con la cual, a partir de ese momento te habrás de hacer responsable de ti; y, bueno, ¿a quién le gusta eso? Es decir, has estado aprendiendo a lo largo de la vida que todo lo que te pasa es "culpa" de alguien más, y, de repente, llega ese silencio incómodo a decirte la verdad ...

   Comprendo que hemos de vivir nuestras pérdidas y llorarlas lo necesario, pero no desperdiciemos el proceso; aprovecha el silencio que se ocupa para sanar y date la oportunidad de empezar a descubrir ... ¿qué quieres tú?

Tal vez

Tal vez se me olvidó como escribir,
 tal vez lo necesario por el momento es menos pensar y más sentir,
pero del corazón al tintero hay un torrente de lágrimas que borran los trazos.

Tal vez no he olvidado cómo escribir,
tal vez sólo he evadido tomar la pluma por temor a lo que vaya a encontrar plasmado en el papel.

Pero aquí estoy nuevamente,
más allá del temor y del olvido,
del tal vez y de la certeza,
porque mientas diversas emociones se agolpan,
a veces sin siquiera identificar donde empieza una y termina la otra,
 la vida sigue,
siempre capaz de sorprender,
haciéndote un guiñapo y luego un rey.

Porqué dejé de leer los horóscopos

     Pasé por una etapa en donde no podía dejar un día sin leer mi horóscopo, incluso leía varias páginas, y no sólo mi horóscopo, sino también mi ascendente y de mis seres queridos.

     Hasta que por fin me di cuenta que ya no era algo divertido, sino más bien adictivo, y peor aún, ahora me doy cuenta que dejé de vivir en la realidad, al dejarme influenciar por lo que se suponía que me debía ocurrir, y tratando de hacer que lo que me pasaba coincidiera con los horóscopos.

     Seguía los horóscopos en todas mis redes sociales, e incluso en YouTube, hasta que un buen día, todavía no sé exactamente qué pasó, tal vez el hastío de estar tratando de adivinar un futuro que es incierto, o la insatisfacción al no ver los resultados esperados, o esa sensación de culpa que quedaba al pensar que yo debería estar haciendo algo mal para que las maravillas que los horóscopos me profetizaban no sucedieran en mi vida, o tal vez todo eso en conjunto, me hizo reaccionar y darme cuenta que dicho "inocente hábito" no me estaba haciendo bien.

     Y así, un día, dejé de seguir cuentas que intentaran predecir mi futuro, y de paso, esas que dicen cómo debieran o no ser las cosas, y para mi sorpresa, no fue nada difícil, de hecho, podría decir que me descansaron la mente y el alma.

     Ahora me siento más relajada, volví a tener confianza en el proceso de la vida, pero sobre todo, en mí. Nadie puede saber mejor que yo por lo que estoy pasando, sintiendo y pensando, así que sólo yo puedo decidir qué es mejor para mi; y si me llego a equivocar, lo cuál es probable, lo asumiré con responsabilidad y no culpando a alguien más por mis decisiones de vida.

     Al llegar a ésta conclusión, me doy cuenta que mi camino por ése proceso valió la pena, ya que retomé la responsabilidad por mis decisiones, el gusto por lo incierto de la vida y la capacidad de asombro.

Y ahora puedo decir: ¡Bendita incertidumbre! :D

¿Cómo sobrevivir al "Día del Amor"?

No se trata solamente del 14 de febrero, se trata de todo el previo. ¿Qué tal la cantidad de mercadotecnia alrededor del tan famoso "Día del Amor y la Amistad"?

Incluso si tratas de hacerte el desentendido y tratas de ignorar la fecha, es prácticamente imposible no notarla. Y sin querer, gracias a la maravilla de los mensajes publicitarios, te encuentras pensando: ¿Qué voy a hacer ése día?

Así que empiezas a enlistar a todos tus amigos: los casados, los emparejados, además los que están pasando por un terrible rompimiento, es decir, que ni siquiera asomarán la nariz a la calle ese día, y, los solteros como tú, algunos de los cuáles ya sabes que evitarán salir a toda costa y están decepcionados del amor, y los que se están preguntando lo mismo que tú, ¿y ahora qué?

Realmente no es tan importante lo que decides hacer, sino lograr salir sin hundirte, deprimirte ni sentirte un #foreveralone... situación no tan fácil de conseguir ya que aunque los medios tratan de disimular la celebración llamándole también "Día de la Amistad", estamos inundados entre corazones, tarjetas, globos, peluches y flores con enormes letreros de: "Te Amo".

Una vez más volvemos a la pregunta, ¿y ahora qué?.. Pues ahora seguirás aplicando lo que has aprendido hasta ahora, a lo largo de la vida y las experiencias amorosas y de desamor; eso que te ha llevado a salir adelante de cualquier situación y a convertirte en quien eres ahora; esa fuerza y ese amor propio que es lo único capaz de ponerte de pie después de cada caída. Y vamos a celebrar éstos días no por ser 14 de febrero, o los días previos, sino porque a éstas alturas de la vida hemos aprendido, por fin, a celebrar cada día, por el simple hecho de ser.

Es así como se sobrevive a un Día del Amor, haciéndolos a todos y cada uno de los días de nuestra vida, el "Día del Amor a la Vida".

Ya es tiempo de dejar de esperar a que llegue "una fecha especial" para celebrar la vida, de esa forma podremos dejar de preocuparnos por saber cómo sobrevivir a ella.

Y si realmente no quieres dejarlo pasar, pues entonces honremos a San Valentín, y tomemos la valentía de ir a decirle a esa persona que queremos lo que sentimos, después de todo, el "no" ya lo tenemos...

Vivamos más el amor, todos los días, no sólo una vez al año. Ésa es mi recomendación, y, hagas lo que hagas:

¡Que pases felices días del Amor a la Vida, son mis mejores deseos!

Brenda.

Una parte de mi

Hay una parte de mí en la cuál soy madre,
madre de mis sueños,
de mis pérdidas y de mis ganancias,
de mis tristezas y mis alegrías,
madre de mi madre y de mi padre,
madre de mis amigos y mis conocidos,
madre de mis mascotas,
y de quienes necesitan una palabra de aliento.

Eso es sólo una parte de mi,
soy un mundo infinito de posibilidades,
así que no trataría de definirme por ninguna de ellas,
podría sin embargo,
compartir contigo todo lo que soy en cada momento
porque eso es lo único que hay,
un mundo ilimitado de posibilidades.

Así que si me preguntas quién soy,
sólo puedo responder que: ¡Soy Yo!

En cada momento, con cada actitud,
con cada mirada, y en cada respiro,
¡Soy Yo!

No me interesa conocer todo de ti,
sólo tu Yo.

A pesar de....

¿Qué pudiera decirte en éste momento donde nada tiene sentido para ti?

¿Qué pudiera decirte que lograra hacerte ver el maravilloso ser humano que eres?

¿Qué pudiera decirte para que tu dolor sea menos y las circunstancias actuales de tu vida tuvieran algún sentido para ti?

¿Qué pudiera decirte para que aceptes y creas que esto que estás viviendo, aunque no lo parezca, es perfecto?

No tengo la respuesta, porque ningún ser humano tiene las respuestas para las preguntas de los demás, sólo de si mismo.

Cuando alguna vez acertamos con algún comentario que le hace sentido a la otra persona, sólo es porque esa persona ya tenía esa respuesta dentro de sí, sólo que no se atrevía a manifestarla.

Así que, sea lo que sea por lo que estás pasando, en lo profundo de tu ser, están las respuestas a todas las preguntas.

No quiere decir que las respuestas tengan que ser agradables para ti, de hecho, la mayoría de las veces no lo son, sin embargo, en eso reside el reto, en afrontar nuestras verdades, por buenas o malas que parezcan.

¡Qué miedo nos da conocer a nuestros demonios!, y ¡qué pavor que los conozca alguien más!; sin saber que el conocernos y dejar que nos conozcan, es donde radica la verdadera libertad.

Por lo que, ahora que estás pasando por éste momento de “oscuridad” donde no encuentras la razón de ser; ¡Yo te felicito! Porque después de ese viaje te conocerás más, te valorarás más, y te amarás más.

¿Cuánto durará este periodo? No tengo cifras precisas, lo que sé, es que tardará de aquí a que te derrotes y aceptes que si, eso que consideras “malo” también existe dentro de ti, y no por eso te hace menos, sino te hace “Ser”.

¡Felicidades porque la vida te está regalando la oportunidad de vencer a la única persona, al único ser que puedes vencer en ésta aventura llamada Vida… Tú mismo!

Y, recuerda, cómo vivas el proceso, depende de ti; puedes hacerlo solo, puedes hacerlo acompañado; puedes lograr que sea transitorio.... o que dure todo la vida....  eso también depende de ti.

 

Deseo de todo corazón que te ames, tanto como te ama lo “bueno” y lo “malo” que existe en ti.